Me encanta “revolver”con ello me refiero a buscar entre cajas y cajones que hace tiempo que no abro, perderme en el trastero donde aveces encuentro algo más que “trastos” , cotillear en mercadillos, pasarme un rato de la tarde en la librería entre libros de ilustraciones o buscar y rebuscar entre muebles y piezas antiguas en el anticuario de mi padre donde hay un orden dentro de un desorden. Éste último sitio diría que es uno de mis preferidos.
Pues bien, “revolviendo” en uno de los cajones de la habitación de mis padres parece que sopló la brisa y aparecieron esta multitud de maravillosos tejidos procedentes de la fábrica de tapices que mi abuelo tenía en Madrid llamada Moncloa. Nunca la llegué a conocer al igual que tampoco crecí junto a mi abuelo, con el que estoy segura de que hubiéramos compartido muchas aficiones y yo hubiera aprendido mucho de él.
Os dejo con un adelanto de la colección de Otoño donde cada hoja está hecha a mano cuidando el mínimo detalle. En el siguiente post os mostraré más piezas de la colección.
Los tejidos que encontré, sedas, damascos de lino y seda, terciopelos son del siglo XVIII. Son una auténtica maravilla cuando los ví me abalancé sobre ellos. Algunos proceden de casullas antigüas de curas.
Con estas piezas de colección y la llegada del otoño, los empecé a convertir en hojas alambradas, siendo cada una de ellas única y con su propia historia. Las hojas las utilicé para hacer tocados, diademas, cinturones y apliques para los hombros, una nueva apuesta para LuLé Collage.
En la sucesión de imágenes superiores muestro una de los tejidos que está bordado con hilos de oro.
Hojas recién hechas en El Taller de las Cosas Bonitas.
Cinturón con aplique de cristal.

Detalle del aplique
Apliques para los hombros. Los de la fotografía de abajo ya están en manos de una de nuestras clientas.
Esta última pieza, situada en la parte inferior está diseñada para llevarla como tocado pero también se puede llevar como cinturón.
By LuLé Collage